Compartimos el informe realizado por los compañeros de Canelones.

Vecinos y vecinas de San Luis y Guazuvirá realizaron el primer muestreo piloto de calidad del agua y calidad ambiental en la cuenca del Arroyo del Bagre, en el marco del Programa de Monitoreo Ambiental Participativo, que busca mejorar el nivel de conocimiento sobre distintos cuerpos de agua, consolidando la participación de vecinas y vecinos organizados y capacitados en el monitoreo y la gestión del agua.

Mientras que en barrios del Municipio de La Floresta y en San Francisco (Municipio de 18 de Mayo), El Pinar (Municipio de Ciudad de la Costa) y en Andaluz (Municipio de Suárez) se sucedían desembarcos barriales con una importante movilización de equipamiento, personal de limpieza y educación ambiental, en el ámbito del programa Tu Barrio Limpio, en el entorno de la cuenca del Arroyo del Bagre, la Dirección de Gestión Ambiental de la Intendencia de Canelones –junto a técnicos del la Universidad de la República, vecinas y vecinos de San Luis y Guazuvirá– realizó el primer muestreo piloto de calidad del agua y calidad ambiental en la zona.

Monitoreo participativo de la calidad del agua y biodiversidad en distintos puntos del territorio canario

El camino que comenzó a finales del año 2021 en la cuenca del Arroyo del Bagre se materializa actualmente con la consolidación de un programa de monitoreo que viene siendo implementado gradualmente, donde vecinos y vecinas, técnicos y actores de la Intendencia participan en el relevamiento de información ambiental de relevancia para la gestión.

El Director General de Gestión Ambiental, Leonardo Herou, recordó que estas acciones se enmarcan en el Plan Estratégico de Calidad de Agua, a partir de un convenio con el Centro Regional Este (CURE) de la Universidad de la República, con el objetivo de involucrar a la comunidad en el cuidado del patrimonio natural del departamento. En esta oportunidad, luego de varias instancias de capacitación previa, vecinos y vecinas iniciaron el proceso de monitoreo de la calidad del agua y del entorno, a modo de identificar posibles problemas que puedan impactar en el arroyo. Estas instancias también se están replicando en otras zonas del departamento, por ejemplo, en los lagos de Ciudad de la Costa. Agregó, además, que también se está trabajando en el monitoreo participativo de la calidad del agua y biodiversidad en distintos puntos del territorio canario, con niños y niñas de las escuelas.

Asimismo, Herou destacó la importancia de la participación ciudadana en el cuidado del patrimonio natural, que también está vinculada a lograr ciudades más limpias y sustentables, impulsando fuertemente los programas de reciclaje de materiales en todo el departamento, con participación y compromiso de la ciudadanía. Estas actividades, especificó, se realizan los fines de semana con el objetivo de encontrarse e interactuar con vecinos y vecinas y juntos definir acciones.

La relevancia de la participación ciudadana en el cuidado del patrimonio natural

Martín Uranga, vecino de San Luis, comentó la importancia de estas acciones, ya que “se va generando capacidad crítica, generación de conocimiento y empoderamiento en la comunidad. La devolución ha sido muy positiva”. En tanto, el Alcalde del Municipio de La Floresta, Nestor Erramouspe, recordó que el monitoreo participativo en este momento se está desarrollando en varios puntos del municipio: Solís Chico, Solís Grande, la laguna Blanca, la cuenca del arroyo Coronilla y el Arroyo del Bagre, que es uno de los montes nativos de la zona que está preservándose debido a que tiene una biodiversidad de flora y fauna importante. Por esto, se están llevando a cabo distintas acciones para preservar este espacio natural con el compromiso de la participación de la ciudadanía.

Articulación con la academia

El docente de la Universidad de la República Guillermo Goyenola señaló que se trata de una experiencia que se originó en el 2019 en lagos de Ciudad de la Costa y que se aplica en esta oportunidad con una adaptación para las características particulares de este ecosistema, involucrando una serie de parámetros fisicoquímicos y biológicos del cauce. En esta primera instancia de trabajo de campo se le agrega un monitoreo visual del entorno que intenta generar información ambiental adicional, asociada al monte nativo y del propio cauce, tratando de entender cuáles son los procesos, cuáles son las condiciones ambientales y que en el futuro esta información de calidad pueda ser utilizada para los procesos de gestión ambiental.

Goyenola apuntó, además, que esta zona del departamento tiene una fuerte presión de la presencia humana, que incide en el estructura del funcionamiento de la condición ecológica del entorno. La idea es que con la participación de la comunidad se pueda avanzar en la generación de conocimiento para tomar decisiones de gestión.

~Juntos por más!